Los puntos suspensivos cumplen con tareas muy específicas y relacionadas con el sentido que se desea dar al mensaje. Este signo de puntuación, formado por tres puntos consecutivos, es usado para dejar en suspenso la idea expresada.
Conviene, por cuestiones didácticas, enumerar algunas características de este signo de puntuación.
Se usan los puntos suspensivos al final de enumeraciones abiertas o incompletas, en lugar de etcétera o cualquier otra palabra que indique que se enumerará.
Conviene, por cuestiones didácticas, enumerar algunas características de este signo de puntuación.
Se usan los puntos suspensivos al final de enumeraciones abiertas o incompletas, en lugar de etcétera o cualquier otra palabra que indique que se enumerará.
Su tienda es como la de los pueblos, donde venden de todo: comestibles, cacharros, ropas, juguetes…
Las lluvias dejaron el inmueble en malísimas condiciones. Se echaron a perder los jardines, las explanadas, las cafeterías... Junté toda la papelería para sacar el permiso de construcción: planos, fotografías, peritajes... Las cosechas de las que dependía la prosperidad de la granja eran de trigo, maíz, semillas de césped seleccionadas... Saboreó con arrobo el hecho de que a partir de ese momento no dependería más que de su voluntad tapar la clepsidra y suspender así el vuelo de las horas, los días, las semanas, los meses... Robinson imaginaba una nueva humanidad en la que cada uno llevaría con orgullo sobre su cabeza sus atributos machos o hembras enormes, coloreados, olorosos... |
Se usan puntos suspensivos cuando conviene dejar incompleto o en suspenso el mensaje.
Un eclipse es solamente un fenómeno astrológico, sin embargo la superchería...
El accidente, dicen, fue producto de las condiciones climáticas, pero yo creo que... Muy tarde, mientras se preparaban para acostarse, Luis sacó la carta y la puso sobre la mesa de luz. –No te hablé antes porque no quería afligirte. Me parece que mamá… Al recorrerse las nubes, el sol sacaba luz a las piedras, irisaba todo de colores, se bebía el agua de la tierra, jugaba con el aire dándole brillo a las hojas con que jugaba el aire… Solamente quedaba la luz de la noche, el siseo de la lluvia como un murmullo de grillos… |
Se usan puntos suspensivos para indicar la existencia en el discurso de una pausa transitoria que expresa duda, temor, vacilación.
En ese momento, ni un alma los oyó en el pueblo dormido... cuatro disparos que, en total, terminaron con seis vidas humanas. Pero después, la gente del pueblo, hasta entonces suficientemente confiada como para no echar llave por la noche, descubrió que su imaginación los recreaba una y otra vez... esas sombrías explosiones que encendieron hogueras de desconfianza, a cuyo resplandor muchos viejos vecinos se miraron extrañamente, como si no se conocieran.
Perry, como mentiroso, dejaba mucho que desear: no era ni astuto ni fecundo. Pero cuando contaba un cuento, generalmente sabía mantenerlo, por lo cual comentó: –Pues claro que lo maté... Sólo que... un negro no es lo mismo. –Y luego había agregado–: ¿Sabes lo que me roe el cerebro? ¿De lo otro? Que no me lo creo..., que no creo que nadie pueda salirse así, con tanta facilidad, de una cosa como ésa. Ella, la soledad, me esperaba desde el origen de los tiempos en estas orillas, con su acompañante obligado: el silencio… Aquí me he convertido en algo así como un especialista del silencio; de los silencios, debería decir. |
Para evitar repetir la cita completa del título largo de una obra que debe volver a mencionarse, se usan puntos suspensivos.
La increíble y triste historia de la cándida Eréndira y su abuela desalmada, obra de Gabriel García Márquez, narra la historia de una jovencita que es obligada a prostituirse por su abuela. La increíble y triste historia… termina con este párrafo:
“Eréndira no lo había oído. Iba corriendo contra el viento, más veloz que un venado, y ninguna voz de este mundo la podía detener. Pasó corriendo sin volver la cabeza por el vapor ardiente de los charcos de salitre, por los cráteres de talco, por el sopor de los palafitos, hasta que se acabaron las ciencias naturales del mar y empezó el desierto, pero todavía siguió corriendo con el chaleco de oro más allá de los vientos áridos y los atardeceres de nunca acabar, y jamás se volvió a tener la menor noticia de ella ni se encontró el vestigio más ínfimo de su desgracia”. |
Los puntos suspensivos sirven para hacer una interrupción en el enunciado para sorprender al lector con una salida inesperada.
Tampoco había tiempo de escribir a Matilde, aunque en realidad había tiempo pero quizá fuese preferible esperar al viernes diecisiete antes de… El coñac ya no lo ayudaba ni siquiera a no pensar, o por lo menos a pensar sin tener miedo.
Espérenos señor delegado. Nosotros no hemos dicho nada contra el Centro. Todo es contra el Llano… No se puede contra lo que no se puede. Eso es lo que hemos dicho… Espérenos usted para explicarle. Mire, vamos a comenzar por dónde íbamos… Resulta fácil ver las cosas desde aquí, meramente traídas por el recuerdo, donde no tienen parecido ninguno. Pero a mí no me cuesta ningún trabajo seguir hablándole de Luvina. Allá viví. Allá dejé la vida… Fui a ese lugar con mis ilusiones cabales y volví viejo y acabado. Y ahora usted va para allá… Está bien. |
Se usan puntos suspensivos para insinuar, evitando su reproducción, expresiones o palabras malsonantes o inconvenientes.
Ejemplo:
La mujer se desesperó. “Y mientras tanto qué comemos”, preguntó, y agarró al coronel por el cuello de franela. Lo sacudió con energía. –Dime, qué comemos. El coronel necesitó setenta y cinco años –los setenta y cinco años de su vida, minuto a minuto– para llegar a ese instante. Se sintió puro, explícito, invencible, en el momento de responder: -Mier… Había que eludir las corrientes de agua sucia de las concubinas deslenguadas que cambiaban por flores nuevas las flores nocturnas de los floreros y trapeaban los pisos y cantaban canciones de amores ilusorios al compás de las ramas secas con que venteaban las alfombras en los balcones, y todo aquello entre el escándalo de los funcionarios vitalicios que encontraban gallinas poniendo en las gavetas de los escritorios, y tráficos de pu… y soldados en los retretes, y alborotos de pájaros, y peleas de perros callejeros en medio de las audiencias. |
Van entre corchetes o entre paréntesis, los puntos suspensivos que indican la supresión de una palabra o un fragmento en una cita textual.
Probablemente habían conocido todos los cines de Flores, toda la rambla estúpida de la calle Lavalle, el león, el atleta que golpea el gongo, los subtítulos en castellano por Carmen de Pinillos, los personajes de esta película son ficticios, y toda relación […] Entonces, cuando Jerry había escapado de Tom y empezaba la hora de Bárbara Stanwyck o de Tyrone Power, la mano de Nico se acomodaría sobre el muslo de Laura, y los dos se sentirían culpables de quién sabe qué.
Hay aire y sol, hay nubes. Allá arriba un cielo azul y detrás de él tal vez haya canciones: tal vez mejores voces […] Hay esperanza, en suma. Hay esperanza para nosotros, contra nuestro pesar. |
Para dejar constancia de que la cita textual no se hace desde su comienzo, se escriben puntos suspensivos al inicio, sin paréntesis ni corchetes, dejando un blanco de separación respecto de la palabra a la que preceden.
… ya he pagado coronel. He pagado muchas veces. Todo me lo quitaron. Me castigaron de muchos modos. Me he pasado cuarenta años escondido como un apestado, siempre con el pálpito de que en cualquier momento me matarían.
… sí, llueve poco. Tan poco o casi nada, tanto que la tierra, además de estar reseca y achicada como cuero viejo, se ha llenado de rajaduras y de esa cosa que allí llaman “pasojos de agua”, que no son sino terrones endurecidos como piedras filosas, que se clavan en los pies al caminar, como si allí hasta a la tierra le hubieran crecido espinas. Como si así fuera. |
Se usan puntos suspensivos para indicar que la cita queda incompleta en su parte final.
¿Cuál es su técnica al hacer entrevistas?
… Depende del entrevistado. Pero por lo general utilizo grabadora. Si uno es conocido como buen periodista, el entrevistado se siente desafiado. Cuando se entera de que va a ser entrevistado puede permitir que se grabe lo que dice, pero después exige oírlo varias veces. Yo envío la cinta a una secretaria para que la transcriba. Una vez reunido el material, tomo las tijeras y empiezo a cortar… y lo que saco lo voy poniendo en cajas de cartón… después monto las piezas, como hacen las películas, y las redacto… |
Se usan puntos suspensivos sin valor de interrupción del discurso, sino con intención enfática o expresiva, para alargar el tono de un texto.