Los números ordinales determinan el orden específico que guardan los elementos que integran un conjunto y generalmente, cumplen la función de adjetivos, por lo tanto, sirven de compañía al sustantivo.
Ejemplo:
Ejemplo:
En una novela como Rayuela el autor divide el relato en varios capítulos, los cuales a pesar de llevar un orden, cada lector puede intentar una lectura desde donde le apetezca. Alguien, puede comenzar desde el capítulo primero y de ahí saltar al segundo capítulo o de plano continuar leyendo desde donde le dé la gana.
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En cuestiones ortográficas, lo correcto es escribir los números ordinales de la siguiente manera:
Del primero al décimo en una palabra: primero, segundo, tercero, cuarto, quinto, sexto, séptimo, noveno y décimo.
Para los dos números con que se continúa el orden tenemos dos opciones para su escritura: décimo primero o undécimo y décimo segundo o duodécimo.
Del décimo tercero al décimo noveno, se usan dos palabras: décimo cuarto, décimo sexto.
Los múltiplos de diez se escriben con una palabra: vigésimo, trigésimo, cuadragésimo, quincuagésimo, sexagésimo, septuagésimo, octogésimo, nonagésimo.
Los números que se encuentran entre los múltiplos de diez se escriben con dos palabras: vigésimo segundo, septuagésimo cuarto, octogésimo noveno, etc.
Los números múltiplos de cien se escriben de esta forma: centésimo, ducentésimo, tricentésimo, cuadrigentésimo, quingentésimo, sexcentésimo, septingentésimo, octingentésimo, noningentésimo, milésimo.
Evidentemente, estas son las formas correctas, pero al hablar generalmente usamos el camino más recto, por lo cual, cuando hablamos de 210° aniversario de la Independencia de México, podría descomponerse este ordinal y verbalizarlo así: del décimo aniversario del segundo centenario.