presentación * tipos de acento
Explicación no pedida, culpa manifiesta, dice un refrán popular y sea en esta ocasión pretexto para comenzar esta exploración sobre las diversas reglas de acentuación ortográfica.
El material que en esta "pestaña" se ofrece es una especie de remedio contra los constantes males que el desconocimiento en materia ortográfica trae consigo y cuyos gérmenes perversos nos impiden crecer personal y profesionalmente.
Es cierto que una vuelta por los estantes de cualquier tienda donde se expenden libros hay muchas obras donde se abordan todos o casi todos los asuntos relacionados en materia ortográfica, y sin embargo, hay razones para intentar texto ubicado en el ciber espacio que brinde respuestas sobre asuntos relacionados con la acentuación ortográfica: sus reglas y sus excepciones, esto es, delimitar el objeto de estudio para abonar en algo muy específico.
Otra razón más relacionada con la experiencia profesional, es la necesidad de un material que sirva de acompañamiento al profesor para que en paralelo con su enseñanza de las habilidades y las destrezas comunicativas el alumno haga suyas las reglas que determinan en qué casos una palabra lleva tilde o no, es decir, que tengamos argumentos para que la acentuación no sea simplemente el acto reflejo de una buena memoria, pues corremos el riesgo de repetir el error ortográfico en que cayó el redactor de un periódico, el publicista del espectacular que está en nuestro camino a casa y los dislates a brocha gorda que materializó del rotulista que dio santo y seña de la miscelánea del barrio.
La última y quizá la más endeble, porque los alumnos de esta institución son también nuestra carta de presentación ante la sociedad y quien se expresa mejor, dice Gonzalo Martín Vivaldi, es dueño de recursos poderosos para abrirse camino en el trato con sus semejantes.
El material que en esta "pestaña" se ofrece es una especie de remedio contra los constantes males que el desconocimiento en materia ortográfica trae consigo y cuyos gérmenes perversos nos impiden crecer personal y profesionalmente.
Es cierto que una vuelta por los estantes de cualquier tienda donde se expenden libros hay muchas obras donde se abordan todos o casi todos los asuntos relacionados en materia ortográfica, y sin embargo, hay razones para intentar texto ubicado en el ciber espacio que brinde respuestas sobre asuntos relacionados con la acentuación ortográfica: sus reglas y sus excepciones, esto es, delimitar el objeto de estudio para abonar en algo muy específico.
Otra razón más relacionada con la experiencia profesional, es la necesidad de un material que sirva de acompañamiento al profesor para que en paralelo con su enseñanza de las habilidades y las destrezas comunicativas el alumno haga suyas las reglas que determinan en qué casos una palabra lleva tilde o no, es decir, que tengamos argumentos para que la acentuación no sea simplemente el acto reflejo de una buena memoria, pues corremos el riesgo de repetir el error ortográfico en que cayó el redactor de un periódico, el publicista del espectacular que está en nuestro camino a casa y los dislates a brocha gorda que materializó del rotulista que dio santo y seña de la miscelánea del barrio.
La última y quizá la más endeble, porque los alumnos de esta institución son también nuestra carta de presentación ante la sociedad y quien se expresa mejor, dice Gonzalo Martín Vivaldi, es dueño de recursos poderosos para abrirse camino en el trato con sus semejantes.
Tipos de acento
Es casi de dominio general que el acento está siempre en la sílaba que suena más fuerte, sin embargo, en el momento de poner o no la tilde, es cuando hasta las plumas más refinadas, sudan tinta.
Por lo cual, es pertinente decir que existen cuatro tipos de acentos: prosódico, ortográfico, diacrítico y dierético.
El acento prosódico es el que se pronuncia, pero no se escribe en forma de tilde, pues siempre habrá una regla que así lo estipule. Sirva como ejemplo el sustantivo borrador al cual le suena la última sílaba y no lleva tilde.
Al acento ortográfico se pronuncia y la vocal en donde recae la entonación lleva la tilde, evidentemente, hay una regla que así lo especifica, ejemplo: corazón.
El acento diacrítico tiene como función diferenciar el significado en palabras que tienen igual escritura. Generalmente se trata de palabras monosílabas o de aquellas que necesitan un cierto énfasis, sea para hacer la entonación de una pregunta, sea para dotarles de un tono de admiración. Por ejemplo:
Mientras que el acento dierético se usa en las secuencias compuestas de vocal cerrada y vocal abierta, en donde la primera es la que lleva la fuerza de la entonación.
La palabra raíz es un buen ejemplo para este caso.
La “a” es la vocal abierta y la “i” la cerrada. Al silabear comprobarás que suena más la "i".
Si alguna duda pudiera surgir con respecto del acento dierético, aquí tienes este enlace:
www.profesorenlinea.cl/castellano/acentodieretico.htm
Con la finalidad de "ensayar" sobre esta tipología de acentos, puedes "migrar" hacia la pestaña que lleva por nombre Ejercicios. Ahí te espero.
Por lo cual, es pertinente decir que existen cuatro tipos de acentos: prosódico, ortográfico, diacrítico y dierético.
El acento prosódico es el que se pronuncia, pero no se escribe en forma de tilde, pues siempre habrá una regla que así lo estipule. Sirva como ejemplo el sustantivo borrador al cual le suena la última sílaba y no lleva tilde.
Al acento ortográfico se pronuncia y la vocal en donde recae la entonación lleva la tilde, evidentemente, hay una regla que así lo especifica, ejemplo: corazón.
El acento diacrítico tiene como función diferenciar el significado en palabras que tienen igual escritura. Generalmente se trata de palabras monosílabas o de aquellas que necesitan un cierto énfasis, sea para hacer la entonación de una pregunta, sea para dotarles de un tono de admiración. Por ejemplo:
- Me prometió que si me porto bien, sí me llevará a la fiesta.
- Qué se habrá creído al pensar que le llevaría a la fiesta.
Mientras que el acento dierético se usa en las secuencias compuestas de vocal cerrada y vocal abierta, en donde la primera es la que lleva la fuerza de la entonación.
La palabra raíz es un buen ejemplo para este caso.
La “a” es la vocal abierta y la “i” la cerrada. Al silabear comprobarás que suena más la "i".
Si alguna duda pudiera surgir con respecto del acento dierético, aquí tienes este enlace:
www.profesorenlinea.cl/castellano/acentodieretico.htm
Con la finalidad de "ensayar" sobre esta tipología de acentos, puedes "migrar" hacia la pestaña que lleva por nombre Ejercicios. Ahí te espero.